Publicación de FIAN-Ecuador que extracta la historia de la Iniciativa ITT de nuestra publicación sobre «el Yasuní en clave feminista», y que cuenta con una mirada a las afectaciones petroleras que sufren de forma específica las mujeres.
Publicación completa en pdf en este link: http://www.fianecuador.org.ec/index.php?option=com_content&view=article&id=241:cartilla-de-casos-pueblos-aislados&catid=1:latest-news&Itemid=1
Las mujeres, las más afectadas
Las mujeres tienen un papel central en el mantenimiento de los medios de vida de los pueblos indígenas. Sobre ellas recaen las principales labores de reproducción material y simbólica, como el cuidado de la chacra, la recolección de alimentos y el cuidado de los niños, enfermos y mayores. La explotación petrolera supone una agresión que se ceba de manera particular en las mujeres indígenas. Las actividades extractivas patriarcalizan el territorio afectando a los roles de género: con la introducción de salarios mal remunerados y trabajos en malas condiciones el papel de la mujer se ve aún más relegado dentro de las comunidades. Su rol como productoras de alimentos decae y pierde su importancia social. Adicionalmente, sobre ellas recaen las tareas de cuidados para los niños y hombres que se enferman como consecuencia de la contaminación. De igual manera, la llegada de trabajadores varones de las empresas petroleras afecta profundamente a las dinámicas sociales de las comunidades. El consumo masivo de alcohol, las agresiones sexuales y la instalación de prostíbulos suelen acompañar la llegada de los campamentos. Debido a estos motivos, las mujeres indígenas han expresado reiteradamente su rechazo a las intenciones de explotación del crudo por parte del Ejecutivo. Como una muestra de esto, en Octubre del 2013, mujeres Sarayaku, Waorani, Zápara, entre otros pueblos, realizaron una marcha desde la selva hasta Quito para reclamar sus derechos soberanos sobre su territorio. Frente a la nueva concesión de bloques en el sur de la Amazonía en el marco de la XI ronda petrolera promocionada por el gobierno, las mujeres reclamaban el poder de decidir sobre lo que se produzca en sus territorios y afecte a sus medios de vida.